El rió Guadalaviar que al unirse al Alfambra en las cercanías de Teruel se convertirá en el Turia, nace en Guadaliviar, ¿que fue antes el pueblo o el rió?, digo yo, pues bien como todos lo ríos sus comienzos son pequeños pero toma majestuosidad tras pasar al pueblo de Villar del Cobo donde se le han unido varios riachuelos, nuestra ruta transcurre desde el Salto de Pero Gil hasta las cercanías del pueblo de Villar del Cobo. La idea para esta ruta surgió al hacer la El barranco Hondo y el Salto de Pero Gil que podéis leer la crónica de mi buen amigo Jose Manúel Roca en; http://www.rocacoscolla.com/sender/Perogil01.php
al llegar al Salto de Pero Gil y ver la inmensidad y belleza de dicho lugar, tras comprobar que se podía seguir el cauce del Guadalaviar decidí que no se podía perder el tiempo, a la mañana siguiente a las ocho estaba en marcha, para esta ocasión contaba con la compañía de mi hijo Ximo, con el coche recorrimos lo que seria la ruta de Pero Gil, paramos en el cruce de caminos donde termina la pista, comenzamos la ruta con un fuerte descenso hacia el Salto pronto encontramos una señal que nos sacara del la pista para entrar en una senda bastante difusa, en este punto se observa la grandeza del el Salto, y me hace pensar en los miles de años que han pasado para que el rió haya surcado tan gran cañón, el estrechamiento es tal que no se ve el cauce del río, en este punto hay que fijarse bien en la senda ya que no se ven la pisadas, es todo un roquedal, ademas hay que prestar atención a la piedra suelta que nos pueden hacer perder el equilibrio y llevarnos al fondo del barranco mas rápido de lo pensado, una vez junto al río comenzamos a caminar en sentido contracorriente por el margen izquierdo, la senda aparece y desaparece no esta muy transitada con lo que no se ve mucho, pero el que busca encuentra, eso decía yo hasta que en un punto mi hijo me dijo ¿y ahora?.
Pues ahora hay que cruzar el río y teniendo en cuenta el nivel del agua e imaginando la temperatura (la ambiente de de 2º) decidimos volver unos metros atrás y pasar a mas altura, que permite el paso, pasado unos 50m volvemos a descender al rió y otra ver margen izquierda, el rió es un sinfín del piedras, rápidos y pequeñas cascadas, las paredes del cañón se cierran y se abren, el sentido de la vista y el oído se saturan de tanto disfrute, el del tacto esta mas mas dormido gracias al frío seguimos nuestra ascenso del cauce hasta que de nuevo reveríamos cambiar de parte, cosa que no haremos y volvemos a ascender la ladera, esta segunda es mas inclinada lo que dificulta el paso y nos vemos obligados a hacer alguna peripecia, yo de digo a mi hijo que esto es sabor de la aventura, y el mira el barranco y no contesta, cuando conseguimos el nivel del río de nuevo nos sale al paso un ciclista con la firme decisión de descender el rió hasta Tramacastilla cosa que le desaconsejamos, el erre que erre lo intenta ( a los quince minutos estaba de vuelta), desde este punto comienza ya un camino de herradura que nos lleva a Tramacastilla. .Bocadillo. Media Vuelta y a volver sobre nuestros pasos.
al llegar al Salto de Pero Gil y ver la inmensidad y belleza de dicho lugar, tras comprobar que se podía seguir el cauce del Guadalaviar decidí que no se podía perder el tiempo, a la mañana siguiente a las ocho estaba en marcha, para esta ocasión contaba con la compañía de mi hijo Ximo, con el coche recorrimos lo que seria la ruta de Pero Gil, paramos en el cruce de caminos donde termina la pista, comenzamos la ruta con un fuerte descenso hacia el Salto pronto encontramos una señal que nos sacara del la pista para entrar en una senda bastante difusa, en este punto se observa la grandeza del el Salto, y me hace pensar en los miles de años que han pasado para que el rió haya surcado tan gran cañón, el estrechamiento es tal que no se ve el cauce del río, en este punto hay que fijarse bien en la senda ya que no se ven la pisadas, es todo un roquedal, ademas hay que prestar atención a la piedra suelta que nos pueden hacer perder el equilibrio y llevarnos al fondo del barranco mas rápido de lo pensado, una vez junto al río comenzamos a caminar en sentido contracorriente por el margen izquierdo, la senda aparece y desaparece no esta muy transitada con lo que no se ve mucho, pero el que busca encuentra, eso decía yo hasta que en un punto mi hijo me dijo ¿y ahora?.
Pues ahora hay que cruzar el río y teniendo en cuenta el nivel del agua e imaginando la temperatura (la ambiente de de 2º) decidimos volver unos metros atrás y pasar a mas altura, que permite el paso, pasado unos 50m volvemos a descender al rió y otra ver margen izquierda, el rió es un sinfín del piedras, rápidos y pequeñas cascadas, las paredes del cañón se cierran y se abren, el sentido de la vista y el oído se saturan de tanto disfrute, el del tacto esta mas mas dormido gracias al frío seguimos nuestra ascenso del cauce hasta que de nuevo reveríamos cambiar de parte, cosa que no haremos y volvemos a ascender la ladera, esta segunda es mas inclinada lo que dificulta el paso y nos vemos obligados a hacer alguna peripecia, yo de digo a mi hijo que esto es sabor de la aventura, y el mira el barranco y no contesta, cuando conseguimos el nivel del río de nuevo nos sale al paso un ciclista con la firme decisión de descender el rió hasta Tramacastilla cosa que le desaconsejamos, el erre que erre lo intenta ( a los quince minutos estaba de vuelta), desde este punto comienza ya un camino de herradura que nos lleva a Tramacastilla. .Bocadillo. Media Vuelta y a volver sobre nuestros pasos.
fotos de la ruta en:
track de la ruta en :
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